martes, 3 de junio de 2008

RELACION ENTRE LA ANESTECIA Y LA TRANQUILIDAD DEL PACIENTE...

Avances en anestesia: SIN TEMOR A SER OPERADO

Someterse a una cirugía es motivo de fuerte estrés para cualquier persona. Y entre los principales temores que afligen a los pacientes están las interrogantes relativas a la anestesia. Esta especialidad de la medicina, que cada día cuenta con mejores recursos, aún se ve sometida a cuestionamientos relacionados con su seguridad, los que derivan, en gran parte, de mitos
surgidos en épocas ya remotas. Cuando el paciente es un niño o una persona de la tercera edad, la preocupación se acrecienta, especialmente entre los padres, en el caso de los pequeños, y demás familiares cercanos en el de los mayores.
La anestesiología considera hoy fundamental establecer un acercamiento previo entre el enfermo y el anestesista, horas o días antes de la operación, instancia que permite al profesional no sólo conocer el cuadro clínico de quien será operado, sino también brindar una completa explicación que aclare dudas y disipe temores. Lamentablemente, esta evaluación preoperatoria –que no es un concepto nuevo, y que se realiza en forma habitual en países del mundo desarrollado; no se lleva a cabo comúnmente en Chile, excepto en ciertos centros hospitalarios privados. La
carencia obedece, principalmente, a falta de tiempo, lo que hace que los anestesistas conozcan a su paciente sólo minutos antes de la operación; el primer contacto se concreta, entonces, en la sala de operaciones.
Está demostrado científicamente que si se entrega información en forma adecuada, la evaluación
preoperatoria permite disminuir la ansiedad en los pacientes y relajarlos incluso más que los sedantes. Una operacion provoca gran angustia, tanto en el pequeño como en sus padres. Y explica que cuando un menor entra a un pabellón se encuentra con un ambiente desconocido, lleno de implementos que no ha visto antes y con gente vestida en forma extraña. Eso lo asusta y muchos de ellos lloran y gritan, lo que les afecta desde el punto de vista sicológico. Aunque los
padres acompañan al hijo en los momentos previos, es necesario que ellos también estén calmados; de lo contrario, podrían transmitirle su ansiedad y hacer más difícil la inducción anestésica.

Fuente: http://www.ercilla.cl/web/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=544

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