domingo, 15 de junio de 2008

La Cirugía y las Malformaciones Vasculares Cutáneas

Las malformaciones vasculares cutáneas son Las malformaciones vasculares son padecimientos marcados tanto por la anomalía anatómica de los vasos afectados como por sus peculiaridades hemodinámicas, teóricamente parecidas pero diferentes en cada paciente.

Para saber cual es el diagnóstico de las malformaciones vasculares cutáneas es necesario realizar varias pruebas en donde se puede utilizar la radiografía como, por ejemplo, la tomografía computarizada (TC) es notablemente más sensible en este aspecto y proporciona una información anatómica mucho más exacta, las ecografías, venografias, RM, etc. Estas últimas brindan información en 3D lo cual va a permitir un mejor estudio del mal así como también para un buen diagnóstico. No se debe de olvidar que también los estudios patológicos ayudan mucho al diagnóstico, pero para el análisis de las malformaciones vasculares no son muy necesarias.

Existen, también, métodos complementarios para el diagnóstico de estos males como viene a ser el estudio básico de coagulación que incluya entre otras las siguientes determinaciones: tiempo de protrombina, fibrinógeno, dímero-D, número de plaquetas y complejos solubles de fibrina.
Muchas veces para estas enfermedades se necesitan tratamientos quirúrgicos, el cual solo se puede realizar en zonas muy localizadas y accesibles, como los aneurismas venosos, algunas lesiones infiltrantes pequeñas y en las raras lesiones arteriovenosas mono-pediculares, de localización accesible y extensión limitada, que pueden ser tratadas mediante ligadura y extirpación total. Pero si se realiza la cirugía sin tomar en cuenta esto entonces habrán accidentes tromboembólicas. No obstante los avances de la cirugía hacen que a pesar de esto se puedan hacer cirugías. El objetivo del tratamiento quirúrgico de una malformación arteriovenosa es erradicar el nidus de la malformación. Esta cirugía con frecuencia es muy hemorrágica e ineficaz, puesto que rápidamente se produce un reclutamiento de vasos colaterales que brindan nueva suplencia al nidus. Una embolización previa facilita el acto quirúrgico y disminuye el sangrado. A continuación la resección debe realizarse lo más pronto y de la forma más completa posible, con márgenes amplios respecto a los límites del nidus.

Por otro lado los avances en tecnología laser en particular laser de colorante pulsado, láser para las malformaciones venosas, entre otros.

En conclusión podemos observar que la cirugía en la actualidad tiene nuevos avances y realiza operaciones más complicadas.

No hay comentarios: